TE REGALO

Te regalo tiempo para que puedas descansar, para que puedas parar y tener espacio para decidir, para disfrutar y para mirar dentro de ti. Te regalo una sonrisa, por si te alivia y te ayuda a recordar que ese dolor que sientes pasará. Te regalo un abrazo, uno largo y apretado, para que no olvides que hay mucha gente a tu lado que te acompaña y que te quiere. Para que recuerdes que no estás solo, que yo también me acuerdo de ti.

Te regalo atención, porque no quiero que te sientas abandonado. Te regalo kilos y kilos de alegría y de entusiasmo, para que te ayuden a mitigar los momentos de oscuridad y de desanimo. Te regalo capacidad para asombrarte y sorprenderte. Es momento de que tu niño interno despierte. Te regalo confianza en ti y en tu proceso para que la falta de fe no aniquile tu poder para manifestar tus sueños. Te regalo mi hombro, para que te puedas apoyar en él y recordar que no tienes porqué llevar esa pesada carga tú solo.

Te regalo mi canción favorita. A lo mejor a ti también te pone los pelos de punta y te anima. Te quiero regalar vulnerabilidad, la suficiente como para que puedas vivir siendo quien eres, sin garantías ni defensas. Te regalo espontaneidad y un derecho, el de equivocarte, y otro más: el de decir “no” sin sentirte culpable.

Te regalo una relación, pero no cualquiera, no. Te regalo una relación de esas que funcionan, en las que hay más cosas además de amor, en las que hay risas, intimidad, compromiso, admiración y comunicación. Te regalo atardeceres en el mar, silencio y paz. Te regalo curiosidad, te va a hacer sentirte vivo, ya verás. Te regalo creatividad para que puedas darte cuenta de tus recursos internos. Te regalo fuerza para que te impulses y sigas adelante. Solo fue un bache.

Te regalo amor para que tu corazón se llene de nuevo, para que puedas volver a sentir que merece la pena, que por fin puedes ver la luz que habita en tu interior.

Feliz presente,

Almudena Migueláñez.

Photo by Thomas Ploch